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lunes, 21 de enero de 2013

Libertad de prensa.

   Recientemente leí a George Orwell, un afanado escritor y periodista británico, defensor a ultranza de la libertad de prensa de la década de 1940, siendo su década de máxima actividad literaria. Crítico directo de la autocensura británica de la época, considerado la gran molestia de su generación pues ponía en manifiesto la pasividad, pusilanimidad y torpeza de los medios ante la atrocidad stalinista que se estaba perpetrando en esa triste y conocida fecha: la Segunda Guerra Mundial. 

   Orwell combatió contra redactores, periodistas, productores literarios y un sin fin de profesionales del gremio de la literatura y el periodismo. Combatió no por una censura gubernamental, no. Combatió por la autocensura que se estaba dando en ese país, combatió para recordar a los cuidadores y alumbradores de la verdad (periodistas y escritores) que es de imperativo moral y profesional comulgar con la libertad de expresión, dar las espaldas a la censura gubernamental pero ante todo erradicar la idea de autocensura dogmática lograda a través de un adoctrinamiento pasivo pero sumamente invasivo.

   Entrando en materia: Orwell crucificó a todo escritor que no hablase de los crímenes que sus aliados en ese momento estaban haciendo en la Rusia Soviética. ¿Qué ocurría en Rusia? El terror de los gulags: los campos de concentración análogos a los rusos. Siendo el pueblo ruso el gran olvidado de la Segunda Guerra Mundial, se estima que murieron 1,6 millones de personas en esos campos del horror y la mentira. Por supuesto, dichas estimaciones se hicieron en base a archivos incompletos en una época donde la primera víctima fue la verdad. Según otros historiadores se cree que la cifra podría subir prácticamente a 20 millones. Insignificante frente a los 5'6 millones de sus análogos alemanes. 


   Pero, la pregunta es: ¿qué pasaba en el resto de Europa Occidental que apenas hubo eco de esto? Sencillo: para bien o para mal eran nuestros aliados más orientales, unos aliados que pese a su gran golpe alemán sobre ellos, no dejaban de ser temibles. 

   ¡He aquí cuando comienza la historia del hombre del saco! En esa época nadie con la suficiente materia gris como para ser periodista se atrevía a anunciar una sola palabra en contra de nuestros amigos stalinistas, evocar la verdad, como bien decía Orwell, era sinónimo de un silenciamiento pertinente y recurrente. La pregunta que debemos hacernos y reflexionar sobre ello es la siguiente:

   ¿Acaso no toda vida humana segada imperativamente no se merece una digna justicia?, ¿acaso no hay algo más amoral que la pasividad ante el crimen?

   Los escritores y periodistas británicos lo tenían claro: no se habla mal de los rusos, que los rusos, son mucho ruso. Triste, pues no se justifica en una censura gubernamental, sencillamente se creó un motor de censura ortodoxa cuyos engranajes daban vida al mismísimo movimiento perpetuo. En síntesis, ellos mismos se censuraban, y ellos mismos se privaban de voz aunque estuviesen de acuerdo con la publicación. La eterna pescadilla que se muerde la cola.

   Orwell lo tuvo muy claro, hombre de convicciones de los pies a la cabeza, tanto que sus acciones lo llevo incluso a mendigar en su propia tierra. No obstante, es un ejemplo de que la perseverancia premia al justo y vigilante. Orwell después de años consiguió publicar Rebelión en la granja, una obra crítica (muy sátira), donde pone manifiesto las atrocidades de los totalitarismos (concrétamente, stalinismo) a través de una historia metafórica. Ciertamente no fue fácil evocar la verdad en una época donde las verdades incómodas eran molestas y donde se daba preferencia a la mentira opioide. Pero la pregunta que me ha llevado a escribir todo esto es:

   ¿Hemos cambiado?, ¿hablamos o pensamos en libertad? Quiero pensar que ligeramente nos hemos vuelto algo más libres, pero en absoluto lo necesario para ser una sociedad librepensadora. Seguimos estancados en el qué dirán de Lorca o en el estancamiento espacio de Buero Vallejo y su escalera asfixiante. Seguimos callando por miedo a la reacción de que nuestras voces disformes al coro borreguil provoque altercados que irrumpan en nuestros idílicos estado del bienestar. Invito desde aquí a la reflexión siguiente, en concreto a todos aquellos que se dediquen a la tarea del periodismo: ¿el precio que se paga por vuestro educado silencio hace balanza con la pérdida de la libertad expresiva?

   Finalmente, dejo una parte del prólogo que daría a pensar hasta al más dormilón y desinteresado de los cerebros:

«Pero esta misma clase de censura velada actúa también sobre los libros y las publicaciones en general, así como sobre el cine, el teatro y la radio. Su origen está claro: en un momento dado se crea una ortodoxia, una serie de ideas que son asumidas por las personas bien pensantes y aceptadas sin discusión alguna. No es que se prohíba concrétamente decir «esto» o «aquello», es que «no está bien» decir ciertas cosas, del mismo que en la época victoriana no se aludía a los pantalones en presencia de una señorita. Y cualquiera que ose desafiar aquella ortodoxia se encontrará silenciado con sorprendente eficacia. De ahí que casi nunca se haga caso a una opinión realmente independiente ni en la prensa popular ni en las publicaciones minoritarias o intelectuales.» 
Extracto del prólogo de Rebelión en la granja, por George Orwell.

martes, 15 de enero de 2013

Patrick Rothfuss: un rey, no un heredero.

   Si bien Tolkien fue el icono de su siglo, creo que Patrick Rothfuss tiene sin lugar a dudas todas las papeletas para ser denominado abiertamente el legítimo heredero de la prosa fantástica. Todo aquel que haya leído y releído sus libros encontrará a un escritor de un talento totalmente fuera de lo común, con una caracterización de los personajes digna del psicoanálisis de Sigmund Freud, con una historia épica digna de Tolkien. Sin lugar a dudas la lista de atributos que se lo podrían atribuir -valga la redundancia- a este escritor, es infinita. 
   
   Recientemente leí que se le ha concedido el infame título de "heredero de la literatura", pero tomando como monarca referente al grandísimo George R.R Martín. A este suceso a todas luces injusto, doy mi humilde opinión.

   George R.R Martin creó una gran historia con la saga de Canción de Hielo y Fuego, sobra decir que su lengua lampiña ha sido meritoria de ser elevado entre los escritores de mayor prestigio. ¡Pero no confundir! Rothfuss tiene una prosa de calidad suprema que George R.R Martin jamás ha tenido -ni tendrá-, y cualquiera que haya leído a ambos sabrá perfectamente -sin lugar a discusión- que el potencial de Rothfuss respecto a Martin es sencillamente descomunal, el abismo que se abre entre ambos es axiomática e inevitablemente desproporcionado. A lo máximo aceptaría hablar de un nivel semejante, pero jamás uno encima del otro, ¡y mucho menos Martin sobre Rothfuss!

   ¿Por qué tanto bombo y platillo a Patrick Rothfuss?, ¿qué lo hace prácticamente un mesías para jóvenes escritores y veteranos lectores? Ambas respuestas se encuentran en el ejercicio de la lectura de su obra inacabada: el Matarreyes. No obstante, bajo mi humilde conocimiento intentaré hacer un ligero análisis de lo que considero clave de la prosa de Rothfuss:


  • Psicología: es de gran escritor el crear grandes personajes, pues es muy común encontrar grandes historias pero carentes de personajes caracterizados correctamente. Rothfuss en este caso no peca de tales pecados tan pecaminosos al lector, pues indagó de tal manera en la psicología y la psique de sus personajes como para considerarse casi un padre, ya que, sus creaciones de papel podrían ser fácilmente extrapolables a nuestro mundo. Esto se hace evidente durante la lectura, pues el lector conoce tanto de sus personajes -concrétamente Kvothe- como para anticiparte a sus reacciones, como si fuese de un gran amigo de la infancia cuyos idas y venidas son de total conocimiento para ti.
  • Intriga constante: muchos pensarán que tanta caracterización de los personajes puede conducir a una anticipación de los sucesos que acontecen la novela, ergo, novela fallida. Pero he aquí donde Rothfuss nuevamente se ríe sanamente del lector. Estamos ante un escritor que sabe que los personajes son ya conocidos para nosotros, que a través de una empatía suprema  se pone en nuestra piel, logrando así, sorprendernos con desenlaces de sucesos que consideramos imposibles. No se puede pedir mayor intriga. 
  • Registro lingüístico: no he podido evitar el pensar en Gabriel García Márquez, escritor afanado en buscar un registro mixto, haciendo coexistir lo coloquial con lo culto, dando lugar a un registro rico y expresivo, cálido y terrorífico. Así es Rothfuss, cultivador del registro mixto que tanto amo personalmente. 
  • Recursos literarios: en este apartado invito a su lectura, pues escribir uno por uno sería un sin sentido además de una falta de honestidad por mi lado, pues como escritor novel, me siento en la imperante necesidad de confesar que aún soy un pupilo en este aspecto, aunque no por ello, ciego a la obra en el sentido poético. 
  • Lengua lampiña: así es como considero todo escritor que no teme expresarse libremente en base a tópicos de dudosa procedencia. Al igual que Martin (aunque en menor grado, debo decir) no tiene reparos en hablar de ciertos aspectos naturales de la vida: el sexo. No en vano nuestro querido Kvothe, se nos hace algo promiscuo en el tiempo, y es que Felurian, ¡es mucho Felurian!
   Básicamente con estas las características que personalmente como lector me han fascinado, con esto quiero dejar muy claro que es un análisis de andar por casa claramente subjetivo. 

   Son tantas las razones por las que consideramos que este escritor es el nuevo Tolkien, ¡tantas! Sólo puedo invitar a la lectura, a sentir y saborear cada una de sus palabras y sus letras, porque debo decir finalmente: ¡que tenéis mi palabra que la indiferencia no brillará por su ausencia cuando leáis a este icono del s.XXI!


viernes, 13 de julio de 2012

Precio del saber.


   Hará un año un gran amigo, alguien que es como un hermano prácticamente, me dijo algo respecto al saber:

«Cuidado, pues el precio del saber es la consciencia, y eso, no es dulce ni amargo, si no agridulce»

   Nunca dudé de su conocimiento, pese a que discrepamos en grandes aspectos de la vida. Ciertamente, tenía razón.
Aquellos que nacieron con el apetito del saber me entenderán perfectamente. Ese apetito por saber y conocer, esa necesidad imperiosa por saber la razón y el logos de los acontecimientos. Yendo más allá de la mera necesidad académica, la imperiosa y atípica necesidad de saber el guión de la gran obra de la vida.

   Ahí es donde comienza el viaje a lo prohibido o vetado, a lo mal mirado o estigmatizado. El viaje a cuestionarse los cimientos de la sociedad que nos dio génesis. 

«¿Por qué?»


  Esa cuestión es la gran droga del saber, empezamos por un "por qué" y acabamos recurriendo diariamente en aras de entendimiento. No obstante, hasta ese momento de epifanía reveladora el mundo es colorido, tremendamente colorido. Pues la ignorancia dota de color a un mundo que consideras que infinidades de determinismos da movimiento perpetuo a sus eventos, ese colorido tan propio de la premisa arriba explicada: que todo funciona por múltiples factores, un motor hecho por miles de piezas de diferentes adalides.
Es la visión propia de la ignorancia, la visión casual y programada para hacer como nuestra, cuyo código trae la inherencia de repudiar el cuestionamiento de los cimientos de la mismísima sociedad. Paradójicamente, ese "código" crea personas anti-personas, valga la redundancia.

«Cuando comiences a cuestionar y a buscar la verdad, lloverá lejía que hará el mundo gris»

  Y así, cuando comienza la carrera por el conocimiento y por la resolución de las cuestiones, comienza la lluvia que desvela el gris del mundo. Llegados a este punto, las verdades incómodas hacen que a tu visión todo sea gris y que aquello que creías que tenía mil adalides, descubres que realmente, son pocos. Es aquí donde ya no hay marcha atrás, pues una vez cruzada la puerta, no hay retorno.

   Es aquí donde evolucionas y debes decidir si quieres tornar de esperanzas la sociedad y ver todo blanco, o caer en la desesperanza y sumirlo todo en oscuridad... O seguir viéndolo todo gris y trabajar por un avance metódico. Quizá con estas palabras peque de soberbio, pues no soy ningún erudito, no obstante esa es mi meta en la vida, ser uno de los que sabe.

  Irónicamente, el precio del saber es alto, cierto, muy alto. ¿Pero no es acaso un sacrificio que te hace estar en paz contigo mismo? Dudo que este blog lo lea mucha gente, pero os daré un gran consejo:

Dejad de observar, y empezad a ver.

miércoles, 11 de abril de 2012

Candado.

Metáfora de lo que representa el conocimiento respecto a la libertad:

   Un buen día nuestro inconsciente empieza a bombardearnos con preguntas, una voz interna que pide suplicante que sea escuchada. Esta voz nos pide respuestas a todas esas incógnitas que nos plantea; cuestiones económicas, religiones, sociales, políticas.

   Desde el momento en que somos conscientes de que hay respuestas, aparece ante nosotros una puerta con un gran candado, pero no cualquier candado, este candado no es de frío hierro. Este candado está hecho de ilusiones, ha sido forjado por el gremio de artesanos más antiguo de la historia, un gremio el cual sabe todas las respuestas que ahora necesitas, pero que no obstante, no las dará pues llevan siglos tratando de controlar esa información para no perturbar su estado del bienestar. Pasan los días, los meses, los años... y por cada respuesta que conseguimos vemos con el candado va perdiendo fuerza. Es quizá, en ese momento, en el que empezamos a saber que hay detrás de la puerta, sospechamos que detrás aguarda la realidad, una realidad corrupta y oscura, pero es la realidad.

   Un buen día, el candado se termina de romper. Miramos atrás y vemos la ilusión de la sociedad que nos han adoctrinado desde críos, a su vez, tememos abrir la puerta a la realidad. No obstante, es la fuerza de la libertad la que nos hace abrir la puerta y ver lo que nos aguarda.

Abrimos la puerta.

  El yermo; desolación, desértico, una fauna la cual combate vilmente por la territorialidad del lugar sin importarle nada, un paisaje salvaje, árido, penoso, corrupto. Esta es la auténtica sociedad oculta detrás del candado, cuyos artesanos vienen forjando. A nuestro horror por fin hemos visto la imagen total de la realidad que hemos recreado en nuestra mente a cada pregunta que respondíamos. Una vez ante la puerta, tenemos dos opciones, olvidar lo descubierto pues la realidad nos supera, o afrontarla con fiereza, y salir al yermo.

¿Cruzamos a la realidad?, ¿nos quedamos con la ficción?, ¿salimos de la caverna?

Fin de la metáfora.

  Por curioso que parezca la mayoría prefiere quedarse en la ficción, algunos llegarían a pelear por ella inclusive. ¿Y tú?

Busca la lágrima que nazca de la verdad y huye de la risa que nazca de las mentiras.



viernes, 25 de noviembre de 2011

El pescador satisfecho.

El Pescador Satisfecho.

El rico industrial se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado en su barca y fumando pipa.

-¿Por qué no has salido a pescar?-preguntó el industrial.
-Porqué ya he pescado bastante por hoy -respondió el pescador.
-¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas?-insistió el industrial.
-¿Y qué iba a hacer con ello? -preguntó a su vez el pescador.

-Ganarás más dinero -fue la respuesta.- De ese modo podrías poner un motor a tu barco. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescador más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nailon. Pronto ganarías para tener dos barcas... y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico como yo.

-¿Y qué podría hacer entonces? -preguntó de nuevo el pescador.
-Podrías sentarte y disfrutar de la vida -respondió el industrial.
-¿Y qué estoy haciendo en este preciso momento? -respondió satisfecho el pescador.




Extracto de: El Canto del Pájaro (por Anthony de Mello) 



martes, 22 de noviembre de 2011

Lanre y Lyra


Lanre y Lyra ~ Fragmento del libro "El nombre del Viento" por el grandísimo Patrick Rothfuss.

   Recientemente en estas largas horas de lectura llegué a un capítulo donde Skarpi, un cuenta-cuentos de la zona portuaria de Tarbean, narra la historia de Lanre y Lyra, no tiene desperdicio ya que es a pesar folclore dentro del propio universo del libro, trasciende mucho más allá que una leyenda pasada.


   Hace muchos años, a muchos kilómetros de aquí, existía Myr-Tariniel. La ciudad reluciente. Se erguía entre las altas montañas como una piedra preciosa en la corona de un rey. En aquellos tiempos se libraba una guerra terrible en un vasto imperio. La guerra se llamaba "guerra de la creación", y el imperio se llamaba Ergen. Pese a que el mundo jamás ha visto un imperio tan magnifico ni una guerra tan terrible, ambos ya solo viven en las historias.
Había muchas ciudades pero siete de ellas no contaban con los poderes de Selitos, quien gobernaba en Myr-Tariniel, el mas poderoso de cuantos vivian en aquella epoca.A causa de ello, muchas ciudades depositaron su esperanza en gruesos muros, en la piedra y en el acero. Depositaron esperanza en la fuerza de los brazos, en el valor y en la sangre. Depositaron su esperanza en Lanre.

   Lanre había luchado desde que podía levantar una espada, y en su cambio de voz peleaba como una docena de hombres hechos y derechos. Éste se desposo con una mujer llamada Lyra, por la que sentía un profundo amor, una intensa pasión. Lyra era terrible y sabia, tenía tanto poder como Lanre, pero a diferencia de la fuerza de este, Lyra podía matar a un hombre o aplacar una tormenta con el simple poder de su voz. 

   Pasaban los años, y los dos combatían hombro con hombro. Defendieron muchas ciudades. Leales y con esperanza mantenian en pie y viva la esperanza del resto de los hombres.

   Entonces llego la Nagra de Vessten Tor, la más terrible de las batallas. Los ejércitos lucharon sin cesar durante tres días bajo el sol, sin cesar durante tres noches a la luz de la luna. Ningún bando consiguió derrotar al otro, y ambos se resistían a retirarse. Lanre estaba donde lo necesitaban, donde la batalla era más dura. Nunca soltó su espada ni la enfundó en su vaina. Solo, cubierto de sangre, Lanre se enfrento a un terrible enemigo. Una bestia enorme con escamas de hierro negro, cuyo aliento era una oscuridad que sofocaba a los hombres.

   Lanre peleo contra la bestia, matándola finalmente, pero obteniendo esa victoria, entregando su vida.

   Una vez terminada la batalla, los supervivientes encontraron el cuerpo de Lanre, frió, inerte, cerca de la bestia que había matado. La noticia se extendió rápidamente. Todo el mundo había depositado esperanzas en Lanre...y Lanre estaba muerto. En medio del silencio, Lyra se quedo de pie junto al cadaver de Lanre y pronuncio su nombre. Su voz era un precepto. Su voz era de acero y piedra. Su voz le ordenaba que volviera a virir .Pero Lanre yacía inmóvil y muerto.

   Con temor, Lyra se arrodilló junto el cadáver de Lanre susurrando su nombre. Su voz era una llamada, de amor, de deseo. Su voz le suplicaba que volviera a vivir, pero Lanre, estaba muerto. Lyra lloraba y le tocaba la cara con manos temblorosas. Los hombres giraban la cabeza porque era menos doloroso ver el campo ensangrentado que el dolor de Lyra.

   Pero Lanre oyó la llamada de Lyra, Lanre se volvió hacia el sonido de su voz y fue hacia ella. Lanre regreso de detrás de las puertas de la muerte. Pronunció el nombre de su esposa y la abrazó para consolarla. Abrió los ojos e hizo cuanto pudo para enjugarle las lagrimas con sus temblorosas manos. Entonces respiró hondo y regresó a la vida.

   La gente gritaba: ¡Lanre y Lyra!, ¡El amor de nuestro señor es más fuerte que la muerte!, ¡La voz de nuestra señora lo ha devuelto a la vida!, ¡Juntos han derrotado a la muerte!

   La guerra continuó, pero ahora que Lanre y Lyra luchaban hombro con hombro, el futuro parecía menos desalentador.




   ~Cabe destacar que es un fragmento en el que un cuenta-cuentos medieval (Skarpi) narra esta historia a un público infantil, por eso el texto es tan sencillo de leer, muy alejado del profundo léxico de la narrativa común del escritor, Patrick Rothfuss.

lunes, 21 de noviembre de 2011

El Nombre del Viento

   Jamás pensé que viviría para ver un noble sucesor del grandísimo J.R.R Tolkien. He leído a lo largo de mi existencia muchísimo escritores de literatura fantástica de nombre meritorio, pero para decir a boca llena que he leído recientemente el primer libre (de una trilogía, va por el segundo) que llega a los mismísimos niveles de Tolkien es algo totalmente inesperado a la par de esperanzador. Patrick Rothfuss no es un simple escritor, es todo un psicólogo en mi noble opinión, es imposible leer sus líneas sin sentirte indiferente a su arte de la letra, trasciende drásticamente de simple literatura fantástica para convertirse en obra de culto de dimensiones bíblicas. Una historia sin igual alejada de arquetipos comunes, una narrativa la cual no tengo palabras para describir lo impresionante que es. Finalmente y por ello menos importante; unas perlas de sabiduría dignas del ethos filosófico.


   Para los amantes de la buena literatura os animo a que leáis esta saga que nos dejará en absoluto indiferente. Lectura obligada en mayúsculas. Os enamoraréis de Kvothe, os enamoraréis de Patrick Rothfuss. Tenéis mi palabra.








viernes, 21 de octubre de 2011

Deux Ex Machina

   Como buen seguidor de las tecnologías, tanto como usuario como modesto técnico a lo que en conocimientos informáticos se refiere, siempre estoy observando de varias páginas los avances que surgen, y después de verme un par de series de anime de temática cibernética y verme un par de pelis de la misma temática, he llegado a una conclusión que me gustaría compartir, pues es de menester.

Primero y antes que nada doy nombres de las obras maestras que me crearon esta idea. Ghost in the Shell y Tron en partes totalmente iguales, y en menor medida, Matrix.

   En GITS (Ghost in the Shell) los adelantos tecnológicos son tan grandes que alguien con falta de algún miembro puede conseguirse un miembro artificial (prostético), tan funcional como si fuese el suyo propio. ¿Objeciones a esto? Diría que no, es más, aquellas personas que tengan este problema, seguro que animarían a que el avance actual llegase a esos niveles.  Por cierto, en relación a los prostéticos, la DARPA financia la investigación prostética. En concreto, la desarrolla Dean Kamen.

   No obstante, GITS no se limita a prostético, hablan de memoria externa, de mentes con capacidad de comunicación a nivel wireless, de que una mente pueda ser pirateada, de que un cuerpo entero pueda ser artificial, en definitiva, de un esplendor tecnológico tan grande, que brilla tanto como oscurece. Además, se daba la polémica que una IA tan avanzada desarrollase sentimientos, del desarrollo automático del alma al llegar a ciertos puntos de comprensión sentimental y moral, lo que es lo mismo, en GITS se plantea si es realmente importante el sentimiento de humanidad (de este tema en concreto, seguro hablaré en un futuro no muy lejano).

   En Tron, Kevin Flynn consigue entrar físicamente a la Red (a nivel local), dentro de dicha Red, mientras el construye ese mundo como si se tratase de un dios... ¡Aparece una nueva raza!, ¡de la nada¡ Fuera de la programación de Flynn, los Isos. Flynn decía que los Isos cambiarían todo lo conocido, pues no tenían dolencias, ni enfermedades, múltiples posibilidades de código genético. Filosofía, Historia, Ciencia y Religión, todo al alcance de la mano, al alcance de cambiarlo todo.

   Todo esto es Ciencia Ficción, por supuesto, pero no es aún así, ¿ Increíble? Llegados a este punto, ésta es mi idea:

   Es inexorable a nivel físico y mental la fusión entre evolución y Tecnología.

   Muchos estarán en contra de esta idea, y solo os pregunto, ¿acaso no tenéis móviles?, ¿acaso no usáis el ordenador?, ¿GPS's?. A lo que quiero ir, parad a pensar una cosa, la tecnología está desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, la tenemos tan asumida que es casi una norma moral, ergo, vuelvo y pregunto:

   ¿Consideráis aun mal que el avance nos llevase a una fusión integra?.

   La tecnología nunca ha sido un campo externo, somos nosotros, cada descubrimiento, cada nuevo avance, se aplica a nuestras vidas, como seres humanos seguimos evolucionando... ¡pero a través de la tecnología! Nuestros límites evolutivos a nivel genético están ahí, como seres genéticos estamos casi completos, pero... ¿Tecnológicamente?

   Tecnológicamente somos bebes saliendo del cálido vientre materno, apenas empezamos a andar en un mundo que construimos nosotros, es cuanto menos, apasionante.

Hace unos días hablaban de la frialdad y la artificialidad de la tecnología... ¿Frialdad, artificialidad?, ¿frialdad? No entiendo la referencia a frialdad, la creación no es un acto frió, es un acto cálido, y profundamente evolutivo en este contexto, a mi entender, es la calidez pura. ¿Artificialidad? Sí y no, entiendo que semánticamente se le considere artificialidad, pero subjetivamente, no lo es. No lo considero artificial puesto que aquello que creamos proviene de nuestra mente, de nuestros descubrimientos, en resumen, eso que tu llamas artificial, viene de nosotros, subjetivamente, repito, lo considero totalmente humano, pues no es otra cosa que el mero acto de creación humana.

   Para remarcar mi opinión dejo claro que no me cabe la duda que la fusión entre ser humano y tecnología ocurre día a día a nivel moral y acabará convirtiéndose a nivel físico como he dicho arriba.

   Exempli gratia: a nivel moral aceptamos como correcto que da igual a donde vayamos, el móvil debe ir con nosotros, casi como una prolongación de nosotros. Eso no suena descabellado, en nuestros adentros mas sinceros, sabéis que es así. Y si además de eso se os diese la posibilidad de que no necesitaseis un móvil, ¿Qué dirían si os ofreciesen la posibilidad que todo lo que os da el móvil pudieseis tenerlo en la palma de la mano, como si vuestra mano fuese un móvil?

   Primero dirían que no, miedo a lo desconocido, hasta que finalmente alguien lo hiciese, viesen que no hay peligro, y acaben por usar esa hipotética Tecnología.

   En dicho momento, lo que he venido diciendo arriba, daría su aparición, la fusión de la tecnología con el ser humano mas allá del técnico: a nivel físico.

¿Qué opináis?


Kenji Kawai - (Ghost in the Shell: Innocence)

viernes, 14 de octubre de 2011

Cárceles Mentales

Vive por ti, que nadie morirá en tu lugar


   Ayer hablando con compañeros tuvimos una conversación muy curiosa, me atrevería a decir que todos estaban centrados en la conversación, en las opiniones de los demás, y por supuesto, yo no era la excepción entre los oyentes. En dicha conversación, que trataba sobre ser uno mismo, uno de los chicos dijo algo realmente impactante:

"Si yo me diese cuenta de que me estoy volviendo gay, me la corto"

   Tosca e ilustrativa manera de representar como una persona puede vivir, por y para la sociedad, triste cuanto menos. El sistema funciona, no cabe duda, esta bien diseñado y engrasado, tal declaración es la representación de que funciona muy optimizado, tanto ha calado en el inconsciente de la población que aunque tú te des cuenta de que no eres lo que ellos esperan, negarás tu ser, con tal de seguir siendo parte del grupo.

   La personalidad muere y con ello todo lo que conlleva; gustos, principios, ideologías, criterios, inclusive la orientación sexual tienen cánones sociales. ¿No se dan cuenta que no tienen personalidad propia?, ¿Qué su personalidad ha sido demolida para ser reconstruida por un sistema frío que lo que busca es que no pienses?

   Chicos que antes veías vestir de manera propia, ahora son copias de Justin Bieber que tienen pegados a la mano una Blackberry con la Gotita. Las chicas más de lo mismo, victimas absolutas del plagio de celebridades y de más Blackberrys pegadas a la mano, ¿es que no se ven en la clase de basura comercial que los están convirtiendo?.

   Los están convirtiendo en la perfecta carne de cañón, sin ningún tipo de riego cerebral, bien programados para el consumismo, creándoles necesidades donde no las hay.

   Más alarmante es que justo en estos momentos donde debemos reclamar nuestros derechos más que nunca tenemos una ausencia total de cerebros (y no digo Fuga, porque los cerebros no se han ido, sencillamente dormitan), a este gran gentío le da igual lo que se habla en el Parlamento o las Cortes Generales, su preocupación es porqué los malditos servidores de las Blackberrys estén funcionando perfectamente y por no perderse la sesión de fotos de los viernes.  En resumen, sus derechos constitucionales (inclusive los derechos humanos) les importa totalmente nada, olvidados, que mientras puedan mantener su integridad de cara al público, lo demás, es totalmente secundario.

   Por no hablar de algo que cada día lo veo más y más me enferma, la burla al que busca el conocimiento, eso ya es intolerable. ¿Tachar de extraño a una persona que busca huir de la ignorancia?, ¿llamar raro a alguien que se informa de Economía y Religión?, ¡llamar rarito a alguien sencillamente porque no es bipartidista y tiene ideales diferentes a los comunes!

  ¿Tanto ha metido en el inconsciente que el mero hecho de cuestionarte las cosas cosas es una actividad rara?

  Finalmente me remito al mismo matiz, esto va a un público generalmente joven y que no todo el mundo es así (menos mal) y aún queda gente con sentido común, personalidades fuertemente arraigadas y que no se dejan hacer esta lobotomía sistemática.




lunes, 10 de octubre de 2011

¿Zombies Tecnológicos?



   Si digo Blackberry, apuesto a que el noventa y nueve por ciento de la población sabe de que hablo, mínimo, saben que es un «móvil». No obstante, un mínimo dirá su auténtica naturaleza, la cual no es otra que un catalizador más para crear zombies consumistas. Quiero aclarar antes que nada, que con lo siguiente que voy a decir no trato de generalizar, pues no todos los usuarios de BB's son así (aunque si la inmensa mayoría), dicho ésto... Here'w'go.

   Apatía social, individualismo fuertemente acompañado de un profundo sentimiento consumista, perdida de voluntad, y lo que es peor, perdida casi absoluta de algo que bajo ningún concepto se debería perder, que es la personalidad. Estos adjetivos adornan tristemente la blancas personalidades de estas personas, triste y digno de vergüenza en su modo, pero mas alarmante aún, que es el hecho de sentir que inexorablemente se cierne sobre nosotros fenómenos similares.

   Puestos a mirar los orígenes de este silencioso y alarmante problema, deberíamos girar la cabeza al pasado y mirar la ética inicial de la Tecnología (ergo, informática , la cual se podría resumir toscamente en que es un acto del ser humano en mejorar su calidad de vida, ocio, entretenimiento y la mas importante en este contexto, mejorar las comunicaciones.

   Irónico que las mejoras de las comunicaciones hayan creado una variable opuesta a su raiz, pues las personas cada vez estamos más alejados los unos de los otros, cada vez nos miramos mas miedosos, mas prepotentes.
¿Dónde está la ironía? Un ejemplo práctico que no hace mucho tuve la poca suerte de verme fue una señora que entra en el Tranvía, entró con un andar torpe (gajes inexorables de la edad) y cuando picó el Bono se cayó al suelo debido al acelerón que da el Tranvía (pan de cada día, por cierto).

   Me gustaría poder decir que voy a exagerar pero no es el caso, pero si en el tranvía había el numero de unas veinte y dos personas, de las cuales, el ochenta por ciento de ellos estaban trasteando con la Blackberry, se debería inferir por lógica que alguien de este gentío dio su mano al auxilio.

¿Alguien se digno en agacharse a ayudar la señora? 
NO

   Se levanto gracias a un señor y a este servidor que no le da apuro ayudar a alguien que acaba de caerse, que es una persona, no un ébola bídepo. Ahí está la gran ironía, usuarios de Blackberries que puestos a ser lógicos deberían tener una faceta social totalmente opuesta a una profunda apatía, deberían ser sociables, abiertos, no obstante, ahí están, ironías bípedas dando gala de su falta de sensibilidad absoluta.

   El único y gran consuelo es que no soy el único que ve esta situación  personas que aún actuamos como lo que somos, humanos y que alzan la voz a que esta máquina (que muy bien engrasada por el capitalismo) de crear zombies, pare. Aclarar por cierto que este fenómeno ocurre a mi entender entre chavales de trece y veinte pocos años, que bien es una franja corta, pero es ahí donde se forma la personalidad, y si en esa etapa no se desarrolla, que Cthulhu nos pille confesados.

   PD: Igual la Señora, una vez en el suelo debería haber sacado su BB y haberle pedido el pin a uno de los chicos que estaba de pie, para pedirle vía BB que le echase un cable, seguro que se hubiesen agachado.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Pedes in terra ad sidera visus

   Pedes in terra ad sidera visus, obviamente, es latín, una frase con mucho significado para mí:
Los pies en la tierra, la mirada en el cielo
 
   Para algunos les sonará a tontería, para otras les será indiferentes  para otros, les sonará a algo profundo, muy profundo, y sin duda, lo es. Así es como veo la vida, en esa frase, una constante debacle entre no perder de vista el cielo y a su vez de no perder el hilo de lo terráneo. Podría resumirse en que no basta con soñar con un futuro, hay que dejar de mirar el sueño, y construirlo.

   Ésta será la temática del Blog, ni más ni menos que un volcado mental de las frecuentes rachas que sufro de pensamientos, que por alguna razón que escapa a mi ser, he sentido la necesidad de plasmarlo públicamente.

¿Buscando complicidad?, ¿alivio? Quizás.