miércoles, 11 de abril de 2012

Candado.

Metáfora de lo que representa el conocimiento respecto a la libertad:

   Un buen día nuestro inconsciente empieza a bombardearnos con preguntas, una voz interna que pide suplicante que sea escuchada. Esta voz nos pide respuestas a todas esas incógnitas que nos plantea; cuestiones económicas, religiones, sociales, políticas.

   Desde el momento en que somos conscientes de que hay respuestas, aparece ante nosotros una puerta con un gran candado, pero no cualquier candado, este candado no es de frío hierro. Este candado está hecho de ilusiones, ha sido forjado por el gremio de artesanos más antiguo de la historia, un gremio el cual sabe todas las respuestas que ahora necesitas, pero que no obstante, no las dará pues llevan siglos tratando de controlar esa información para no perturbar su estado del bienestar. Pasan los días, los meses, los años... y por cada respuesta que conseguimos vemos con el candado va perdiendo fuerza. Es quizá, en ese momento, en el que empezamos a saber que hay detrás de la puerta, sospechamos que detrás aguarda la realidad, una realidad corrupta y oscura, pero es la realidad.

   Un buen día, el candado se termina de romper. Miramos atrás y vemos la ilusión de la sociedad que nos han adoctrinado desde críos, a su vez, tememos abrir la puerta a la realidad. No obstante, es la fuerza de la libertad la que nos hace abrir la puerta y ver lo que nos aguarda.

Abrimos la puerta.

  El yermo; desolación, desértico, una fauna la cual combate vilmente por la territorialidad del lugar sin importarle nada, un paisaje salvaje, árido, penoso, corrupto. Esta es la auténtica sociedad oculta detrás del candado, cuyos artesanos vienen forjando. A nuestro horror por fin hemos visto la imagen total de la realidad que hemos recreado en nuestra mente a cada pregunta que respondíamos. Una vez ante la puerta, tenemos dos opciones, olvidar lo descubierto pues la realidad nos supera, o afrontarla con fiereza, y salir al yermo.

¿Cruzamos a la realidad?, ¿nos quedamos con la ficción?, ¿salimos de la caverna?

Fin de la metáfora.

  Por curioso que parezca la mayoría prefiere quedarse en la ficción, algunos llegarían a pelear por ella inclusive. ¿Y tú?

Busca la lágrima que nazca de la verdad y huye de la risa que nazca de las mentiras.